dimarts, 4 d’octubre del 2011

Lluvia

Ahora llueve en mí
qué puedo hacer, mas que desnudarme,
si hoy la memoria decide reposar
y una silla es el abismo y trono del poema.
Ahora que atardece en las cortinas
y el gris se niega a arrodillarse,
pasan por mi puerta los delirios
en una mustia claridad de indiferencia.
Voy rozando los contornos del hastío,
el pan mordido por el hambre,
la garganta insonora
cargando con los restos de su nacimiento.
Hasta hoy no me asustaba la nostalgia
el amor que regresa de su crimen
atestadas sus manos de todo lo difunto.
Ahora llueve en mí
y debo celebrarlo.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada