Una señal en la palma de la mano
un puzzle, un mapamundi,
la moneda y su costado,
extraño lugar donde se funden sus caras.
Sobre el mantel el pan blanco
cortado en trozos asimétricos
por la mano que apuñala reyes.
Como último sentido de estrategia
el asesino confiesa sus instintos,
arrastrado por el hilo de una marioneta
hunde el metal buscando las promesas.
El mar queda atrapado
en cada esquina de la mesa
desliza su esplendor manoseado
hiriendo de muerte a inocentes y verdugos.
Más allá de la puerta comienza la pureza.
Antínoo flotando entre sargazos
no es mar esta corriente que lo lleva
lo ciñe a sus huesos
como un ejército de novias desnudas,
la oscuridad perfecta de un rio
en el grito de todos los mundos.
El pan sobre la mesa,
cortado en asimétricos pedazos
por la mano que acomoda los cubiertos,
la misma donde dos bocas
mastican el miedo.
divendres, 29 de juliol del 2011
dijous, 28 de juliol del 2011
Incoherencias V
Inicia la tarde su reposo
estalla en tornasol
su ruido el eucalipto.
Sube en arabesco
la hoja del invierno.
Heredo la silueta de mi padre
que ruge a la ventana.
Espacios regalan
humedad a la burla.
Se muere la tarde, yo
recabo tempestades.
estalla en tornasol
su ruido el eucalipto.
Sube en arabesco
la hoja del invierno.
Heredo la silueta de mi padre
que ruge a la ventana.
Espacios regalan
humedad a la burla.
Se muere la tarde, yo
recabo tempestades.
dimarts, 26 de juliol del 2011
Subasta
Han subastado el amor
un hombre de negro
su martillo de pujas
golpeando la cabeza del mundo.
El precio final nunca se supo
se discutía sobre tablas de surf
vajillas y un búcaro de Sévres.
A las cinco de la tarde
han subastado el amor.
Afuera llovia.
un hombre de negro
su martillo de pujas
golpeando la cabeza del mundo.
El precio final nunca se supo
se discutía sobre tablas de surf
vajillas y un búcaro de Sévres.
A las cinco de la tarde
han subastado el amor.
Afuera llovia.
dilluns, 25 de juliol del 2011
Propuestas para despertar sonriendo
Si alzara mi voz y el viento
murmurara poesías.
Si cruzara mis brazos y la luz
se adueñara del color del otoño.
Si al final de la tarde
los conjuros de Helios
se agolparan en las calles
impidiendo la llegada
de los vientos fríos.
Si en la torre del templo
un coro de pájaros azules
entonaran un bolero.
Si la lluvia fuera recogida
para lavar el desespero
y en las puertas de la escuela
se repartieran canciones.
Si plantara mis pies sobre las plazas
y las plazas fueran arcoíris
donde la noche no tiene cabida,
si nadie fuera extranjero
ni turista y no hubieran centinelas
que reguarden de los miedos.
Si la cicuta fuera un pez
amable y cadencioso
aleteando en una fuente cristalina.
Si posara mi grito musical
en cada árbol que regala su sombra
a los amantes
si las trincheras fueran surcos
donde sembrar las palabras
y se abrieran todos los caminos
si le crecieran puentes a los mares.
Si La Habana no quedara tan al norte
y estuvieras tú en el lugar
de mis almohadas, seguro
despertaría sonriendo.
murmurara poesías.
Si cruzara mis brazos y la luz
se adueñara del color del otoño.
Si al final de la tarde
los conjuros de Helios
se agolparan en las calles
impidiendo la llegada
de los vientos fríos.
Si en la torre del templo
un coro de pájaros azules
entonaran un bolero.
Si la lluvia fuera recogida
para lavar el desespero
y en las puertas de la escuela
se repartieran canciones.
Si plantara mis pies sobre las plazas
y las plazas fueran arcoíris
donde la noche no tiene cabida,
si nadie fuera extranjero
ni turista y no hubieran centinelas
que reguarden de los miedos.
Si la cicuta fuera un pez
amable y cadencioso
aleteando en una fuente cristalina.
Si posara mi grito musical
en cada árbol que regala su sombra
a los amantes
si las trincheras fueran surcos
donde sembrar las palabras
y se abrieran todos los caminos
si le crecieran puentes a los mares.
Si La Habana no quedara tan al norte
y estuvieras tú en el lugar
de mis almohadas, seguro
despertaría sonriendo.
divendres, 22 de juliol del 2011
Del Exégeta y sus introspecciones
Bastaría un ridículo grano de arena
cubriendo el precipicio de su boca,
un gesto menudo de desprecio
en el azul que revientan los párpados.
Bastaría una herrumbrosa palabra
(migaja del abatimiento)
para poner en orden el festín
de su naciente despedida
hundir en el paisaje del espejo
el hambre persistente de silencios.
Bastaría un dios de rasgos apacibles
(necrosado miedo a su perdón divino)
para sentir que está rompiendo las cadenas.
Que comience a desprenderse el polvo
al movimiento de sus alas.
cubriendo el precipicio de su boca,
un gesto menudo de desprecio
en el azul que revientan los párpados.
Bastaría una herrumbrosa palabra
(migaja del abatimiento)
para poner en orden el festín
de su naciente despedida
hundir en el paisaje del espejo
el hambre persistente de silencios.
Bastaría un dios de rasgos apacibles
(necrosado miedo a su perdón divino)
para sentir que está rompiendo las cadenas.
Que comience a desprenderse el polvo
al movimiento de sus alas.
dimecres, 20 de juliol del 2011
Espiral
Soy el animal en este espacio
donde las sombras se deslizan en lastimosa danza
hacia el tejado que es de cielo
y no se desmorona.
Aprendí a morir hace ya mucho tiempo.
Ignoro la longitud de los peldaños
el modo de escarpar sin ser advertido.
Habría que intentarlo,
como el antílope que surca el bosque
a ras del suelo, enfermo de escondidas,
pero se aturden mis fuerzas, me convierto de pronto
en un Daimon de rasgos asexuados
rondando lo que en Creta fuera un laberinto.
No desespero
intuyo que es fuerte la corriente,
nadar cuesta arriba
es un ejercicio de soldados.
Me sangran las manos
al asir esta perversa costumbre
de poner a resguardo los recuerdos
yo aprendí a morir hace tiempo
antes que se cerrara en círculos
este espacio donde las sombras
danzan hacia el cielo.
dilluns, 18 de juliol del 2011
Pasados
Los amigos se marchan.
A veces a lugares insospechados.
Como la calle en la que amé los veranos
tu nombre que es río
se desangra ahora en el recuerdo.
He de buscarte en el parque
donde el flamboyán se sumergía
en el lodo de mayo y la tierra
pujaba de verde y se reía.
¿Dónde estarán los arcos y aquellas flechas injustas
que lanzamos a miles de gorriones?
¿En qué cara manchada con el jugo
de un sabroso mango
estará ocurriendo lo de entonces?
Los juegos a las escondidas,
el refugio de los piratas
en que nos convertíamos,
Laura con un vestido blanco
enseñándonos el secreto de los besos.
Alguien dijo que escribías poemas.
Asusta saber que un amigo
le cuenta infidencias a la noche.
diumenge, 17 de juliol del 2011
Árbol
Ay del verdugo que amputó mis brazos
del espectador que miró hacia otro lado
para no ser rociado por mí sangre.
Ay de ustedes, limpiadores de tronos
pues llegó la primavera.
del espectador que miró hacia otro lado
para no ser rociado por mí sangre.
Ay de ustedes, limpiadores de tronos
pues llegó la primavera.
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